Vamos a efectuar cuatro viajes en el tiempo.
El primero nos lleva a finales del 2008, cuando llegó a su punto álgido la campaña contra las bolsas de plástico que daban (bajo pago encubierto, claro) en los supermercados, La idea es que eran antiecológicas. Carrefour dejó enseguida de darlas... es decir, que las cobraba... que es lo que hacía de siempre -corríjanme- en su cadena Dia. Nada nuevo bajo el Sol, aunque demasiada gente pensaba que sí.
Ésta es una historia que desmiente lo que dicen los sociólogos del consumo y los expertos en Marketing: el consumidor de finales del siglo XX y del siglo XXI no está ni mucho menos más preparado ni más informado ni es más exigente -al contrario, y no hay más que ir a comprar ropa -la ropa que venden ahora como buena -incluida la marca del tiburón- es la que en los años 70 se vendía como mala en las tiendas de los barrios. Lo que saben las empresas es que el consumidor es más manipulable que nunca. Además, los negocios están en manos de pocos oligopolios, gracias a los buenos haceres de la Sacrosanta Comisión Europea, hacedora de oligopolios (es decir, los permite; en otros casos, los propugna).
Un oligopolio es un pequeño grupo de empresas, inmensamente grandes, que controlan el mercado de ventas (aunque se usa también la misma palabra para el mercado de compras, lo que sería un oligopsonio). Por lo normal, crean las normativas que les son favorables, sus consejos de Administracion rozan un nivel apabullante de ministros o exministros o futuros ministros y similares, pactan los precios y las características de los productos y de las tendencias. Muy de tanto en tanto se les pone una multita para que no pacten, pero no sirve de nada: son tan pocos y son tantas las posibilidades de trabajo que ofrecen a los exaltos cargos en paro de los gobiernos que... vaya...
El caso es que, bajo una coartada ecologista: las bolsas de plástico no son ecológicas. Olvidando que fueron esos supers e hipers los que impidieron la entrada de las bolsas tradicionales, aparte de la nula actualización de dicha bolsa, porque así conseguían que la gente les hiciera publicidad al llevar la bolsa por las calles, las empresas de supermercados e hipermercados dieron la sensación de avanzar en pro del medio ambiente...
Ah, pero inmediatamente comenzaron a cobrar por las bolsas -no a dejar de usarlas- ¿acaso hay un sistema alternativo? y encima se sacaron de la manga otro tipo de bolsas, a las que llamaron ecobolsas o reutilizables.
El entusiasmo del gobierno -PSOE: antiecologista- era sospechoso. Si nunca han pretendido hacer nada ecologista -centrales nucleares- ¿por qué plantearse lo de las bolsas? Si estaban quitando las subvenciones a las energías limpias -eólica, solar, porque la Nuclear NO es limpia durante un par de milloncejos de años- ¿a qué venía eso de meterse con las bolsas?
Se dijo una tontería: que eso iba a afectar a las empresas fabricantes de bolsas. De hecho, las empresas de plásticos son tan dúctiles como su material... pero, por si no quedaba claro, salieron diciendo que les daba igual, que harían bolsas de mejor calidad, las venderían más caras y alguien las compraría. Y así fue, y ahí tenemos las ecobolsas que ahora están por todos lados. Simplemente con fabricar las bolsas de diferentes colores para la separación de basura, ya está solucionado, y más barato porque el blanco es el color más caro porque el material es preferible que sea nuevo pero las bolsas verdes, amarillas, azules, negras... pueden ser de material reaprovechado. Además, ¿quién va a fabricar las ecobolsas? ¡Si son de plástico!
Por supuesto, nadie comentó que las empresas españolas fabricantes de esas bolsas tan nocivas no fueran a seguir exportándolas, llegado el caso. Quiero decir: ¿la ecología se para en nuestras fronteras? ¿Puede un país que monta una política ecológica sobre un tema -bolsas de plástico, coches con catalizador- permitir la exportación de esos mismos productos prohibidos? ¿Sucede?
Total, que ahora tenemos bolsas de plástico en las tiendas pero las pagamos dos veces (una, a escondidas, repartido en el precio de todos los productos) y otra vez, en la caja.
Segundo viaje en el tiempo. Año 2004-2005: se comienza a ver como el Caprabo está en descomposición. Pocos años después será vendido a Eroski (ciertamente, el Caprabo perdió mucha calidad al convertirse en marca de Eroski: jamás la recuperará). La descomposición del Caprabo se comenzó a ver cuando sus bolsas de plástico se rajaban.
Sospechosamente, entre el 2004 y el 2009, las bolsas de plástico de las tiendas eran de mucha peor calidad. Era muy habitual que se rajasen. Era conveniente coger bolsas de más, si no querías que los huevos o las botellas acabaran rotos por el suelo. ¿Responsables? Sí, claro: los dueños de las empresas de los supermercados. Ellos obligaron con su ratería y racanería a un aumento del consumo de bolsas. Curiosamente, en años en los que se discutía más vivamente sobre su retirada... Lo razonable era poner la compra en una bolsa y dentro de otra, y no llenar mucho esas bolsas.
Lógicamente, la aceptación primera de las ecobolsas fue buena. La sensación era que se podían volver a utilizar -esto es, meterlas en los supers dos semanas después, sin que te miraran como un ladrón- y además duraban más... que las de los últimos años. De nuevo, las empresas y los técnicos de marketing jugaban a la ingeniería social: a la memoria de pez del consumidor. Volvieron a ganar, claro.
¿Cuántas ecobolsas tendría alguien que llevar a un super para meter todo el contenido de un carro en el coche? (en América Latina: un carro en un carro)? ¿Dónde se llevan?
¿Cuánto dura una ecobolsa? ¿Cuántos años? Se dice que una bolsa de plástico de las tradicionales se usa unos 15 minutos. ¿Nadie las guarda? ¿Nadie las reutiliza? ¿Ni para tirar la basura, como he visto tantas veces? Por un poner, un individuo acumular 50 ecobolsas en el momento t=0... ¿Cuándo tendrá que reponerlas? Tenemos en cuenta que ni todos los individuos son igual de cuidadosos ni todas las bolsas se romperán todas a la vez (t'=X)... y que además habrá nuevos individuos accediendo al sistema de consumo continuamente. ¿Se ha solucionado el problema de acumulación de bolsas de plástico? ¿No es cierto que una ecobolsa tiene mayor material que una bolsa tradicional -por tanto, más basura para tirar-? Yo sospecho que una ecobolsa son tres bolsas de las viejas... y no olvidemos lo que acabo de decir entre líneas, que se estarán fabricando en todo momento, igual que las antiguas, es decir, que se gasta el triple de material para una bolsa. Aun haciendo una tercera parte de las bolsas, se estará gastando en energía, material plástico, humos y todo eso, lo mismo que antes en fabricarla... y en eliminarla al final de su vida útil.
Sorpresa: una bolsa de las llamadas ecológicas lleva una marca de la tienda y, tal vez, algún mensaje sobre lo mucho que les mola el medio ambiente... ese mensaje se borra en un mes, a lo sumos, sólo de tocar y doblar y desdoblar la bolsa.
Segunda sorpresa, en tres meses la bolsa se comienza a pelar.
Tercera sorpresa y tercer viaje: nos vamos a 1988. A los supermercados Preko, que eran unos supers que hubo en los barrio entre los años ochenta y noventa. Teoría: Precio Ekonómico. Su mascota era un canguro que que dejaba KO a los precios.
Y cuarto viaje: enero 2011:
Una bolsa está a punto de romperse. La otra lleva lustros guardando material. El mismo uso que le he dado a la bolsa roja se lo he dado a las bolsas tradicionales durante bastantes semanas o meses, y el aspecto final tal vez no haya sido tan triste... para una bolsa que tenía que durarme más tiempo que las tradicionales.
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