Por obligación, sólo por obligación y nada más que por obligación tuve que leerme el Lazarillo de Tormes y tantos otros libros. Si no se llega a aborrecer la lectura con los grandes bodrios de la literatura castellana y catalana que te obligan a tragar sin masticar los listorros que manejan unos planes de estudios absolutamente inadecuados, salvo que seas de clase alta con piano de cola y todo eso, es que no se llega a aborrecer más... aunque existe una versión contraria bastante peor: creerse, sin reflexionar, que aquello es bueno porque lo dijeron los profes de los instis, y la bacteria mutante gafapasta ya te ha atacado el gaznate.
La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades es un libro de tapas butano, de Clásicos Castalia, número 58. Castalia es una de las -demasiadas- editoriales que no tiene ni idea de edición ni publicación. Hablamos de tapa de cartón semirrígido, con una anchura de 105 milíimetros, por lo que, pese a ser un libro finito, llegar al final y que no se haya roto ni hayan saltado las páginas por los aires es un milagro de la Física.
Tercera edición.1990. (c) de 1982.
La edición, introducción y notas: de Alberto Blecua. No se cuántos Blecuas podían andar por ahí metidos en estos temas. Las dinastías taponeras son tan típicas que debería haber un sello identificativo. Si alguien tiene el tomo, que se mire la foto de un alumno de Secundaria que parece ser el profesor universitario. Intrigantísimo.
Dibujos pocos, no sea qe malacostumbremos al personal en lo que es un ataque contra mis convicciones, una quiebra cutural insostenible entre el mundo que fue separando letra e imagen a partir del desastroso Renacimiento y que inoculó el desprecio por su unión. La motivación final siempre es el mayor coste por poner imágenes, nunca entendí por qué pero que desde 1995 no tiene mucho sentido. Pongo esa fecha porque es cuando hay impresoras domésticas que han demostrado que no nos hemos arruinado por culpa de haber impreso imágenes junto a textos en din-a4. Los editores han de buscarse nuevas excusas, y siempre tienen a mano la de que lo que lleva imagen y texto es la espantosa publicidad, los potes de melocotón en almíbar... el consumismo... lo que ellos decidan que es cultura, no, ¿eh? eso que se pague, y se gaste mucho en eso, pero eso no es consumismo; que no...
El libro es todo lo ilegible posible. No sé a quién se le ocurre, en libros para BUP, ESO, Secundaria y demás, para una primera y única aproximación lo de poner introducciones y notas que no explican nada porque ya está en libros anteriores del año 40... inaccesibles para el común de los mortales. Se citan porqué de otros autores previos pero no se explican los mismos.
En su momento, no me interesó mucho el contenido de una novela que sospechaba que trataba sobre hambre y piojos, temas que podía haber escuchado mil veces de boca de los mayores... de los tiempos de las hambres, de antes no había nada, de cosas que un filólogo o literato o cualquier intelectual no podía saber ni le interesaba porque no lo habían vivido. Una sociedad estamental que llega hasta finales del siglo XX, donde unos grupos nada tienen que ver con otros. Dualización social. Extremo índice de Gini. Como gusten.
Las explicaciones de película casposa que daba el profe de Lite aún repelían más. Aunque igual a otros les atrajo... no en vano, he ahí los fans de personaje Torrente.
Iba de eso, por si no lo habéis leído. Digamos que, en la lectura efectuada hacia 2013 o 2014, vi un precedente claro de los morosos que no pagan al sastre o de los Carpantas o Plurilópez de los tebeos. Efectivamente, el hambre y las penurias eran la causa de los chistes.
Lo demás era oscuro. Las palabras se veían raras, y encima te iban soltando que había trozos añadidos y que por eso los ponían separados o en cursiva.
¿Trozos añadidos? Eso era lo más flipante del asunto. Resulta que el libro tuvo varias ediciones originales, y una en Amberes... pero ¿eso no está por Bélgica? Sería por los Tercios de Flandes, y no recuerdo que Blecua haga el menor hincapié. ¿Por qué no está publicado en alguna ciudad española? ¿Por qué lo publican en castellano fuera de Castilla?
De golpe y porrazo, se cita a Francisco Rico... si es tan importante, ¿por qué no leemos su explicación en vez de este refrito? ¿Por qué el profe no pasa fotocopias de lo que él dijo? Y también de sopetón tenemos un sopetón de letras: X, Y, A, B, C, que se refieren a ediciones originales ignotas y a Alcalá 1554, Burgos 1554, C es para Amberes 1555 (¿pero no se tardaba tanto tiempo en ir de un lugar a otro? pues en unos pocos meses tenían el texto expandido a miles de kilómetros de distancia), una S para Simón 1555, una v para Velasco 1573, una M para Milán 1587 y una P para Plantin 1595. Parece que hay letras para editores y otras para ciudades, que la obra se imprime en varios sitios simultáneamente pero que luego pasan décadas para las siguientes ediciones conocidas.
Ese misterio es tanto o mayor que el de la autoría.
Un Día del Libro y la Rosa me topo con los flipis del Institut Nova Història. Y me cuentan, por supuesto el autor que ya era famoso, Jordi Bilbeny, ni estaba ni se le esperaba, como ocurre con toda gran figura (presente por su ausencia). Me cuentan la historia del Cristóbal Colón catalán. Ya la había leído en alguna entrevista en la prensa, e incluso había tenido cerca un libro que era una entrevista donde un periodista ejercía de abogado del diablo (pero alguien, seguro que comienza por F, se llevó antes ese libro).
Supongo que intentaban convencerme. En realidad, me da igual. Quiero decir que no tengo medios para comprobar ni las versiones oficiales ni las conspiranoicas. No voy a ganar dinero (tampoco) con eso. Y, por contra, sí que me pareció fascinante. la idea: Colom tenía que ser un tío cercano al poder. ¿O conocéis a mucha gente que se pasee por las cumbres europeas diciéndole a la Merkel o al austríaco que nadie conoce pero que manda lo suyo y luego al portugués que tiene una cosa que le quiere decir, que es muy importante y va a traer cola? Siglo XXI, igualdad de oportunidades establecida como principio, sociedad de clases con ascenso (efecto ascensor)... NO existe esa posibilidad de hablar con los de arriba.
Envíales una carta y recibirás, a lo sumo, una carta pre-impresa con un agradecimiento y una piruleta a descontar de tus impuestos.
Por lo tanto, en una sociedad estamental, medieval, tardomedieval, renacentista, feudal y con fronteras en cierre... ¿un tejedor o algo así genovés iba a juntarse con Isabel, Fernando, el de Portugal, el de Francia y los que jugaban al golf de la época...? Venga yaaa...
Pero si era mentira, si era un fraude, una invención, una novela... o una misión desestabilizadora contra cierta España mitificada en la Historia oficialista durante décadas (sobretodo, durante el Franquismo), a base de apropiársela para Catalunya, seguía sonando divertido.
Así que otro Día del Libro me compré La vida de Llatzer de Tormos. Sería por el 2009. El libro parece más pobre que el de Cristòfol Colom, Príncep de Catalunya... pero resulta que tenía una contraportada imbatible:
Por aquellas época una investigadora había sacado a la luz la autoría de Lazarillo de Tormes. Pero no vi nunca su libro. Y las posteriores ediciones de esta novela no incluyen nunca al autor propuesto... cosa que ya me temía porque aquí hay una especie de mezcla de tabú y negocio: lo que vende es que sea anónimo, como si eso significara un imposible: que haya sido escrito por un inexistente espíritu hispano del que todos, a lo largo de los siglos, estaríamos imbuidos.
"La vida de Llàtzer de Tormos no és La Vida de Lazarillo de Tormes, ni el protagonista neix al riu Tormes ni la narració passa a Toledo ni a Salamanca. Llàtzer neix al lloc de Tormos (Marina Alta) i la seua vida s'esdevé a València i a Gandia. (...) La novel·la, de la qual no coneixem l'autor, malgrat que s'especula que pot ser l'humanista Joan-Lluís Vives o l'escriptor Joan Timoneda, fou escrita originalment en llengua catalana i posteriorment retocada i traduïda al castellà. Les edicions castellanes de La vida de Lazarillo de Tormes són possiblement edicions d'[E]stat i l'obra, que presenta una lectura simbòlica en clau política, és una al·legoria de la revolta de les Germanies."
Excepto por la falta de incas o de mongoles, tiene casi todos los elementos precisos para que se considere un libro maginotécnicamente atractivo.
El tal Timoneda es un autor bastante popular... pero que no recuerdo ni en apuntes ni mucho menos en los libros ni de Lite Caste ni de Lite Cata. Recuerdo haber visto una especie de tebeo, como para-fanzinero, y poco más. Actualmente un gran desconocido, aunque no me extrañaaría que en la Comunidad Valenciana sí es conocido.
Por su parte, Joan-Lluís Vives... Vives... ¿no es de la editorial Edelvives? Lo tengo visto en un libro de Historia de la época franquista y hasta hoy. Otro ilustre desconocido, del cual he aprendido en este libro una historia compleja y dramática: intelectual valenciano de origen judío, compadreaba con la realeza, la cual le asesina a la familia por judaizante, para exiliarse por Amberes o por ahí, y aún ser llamado por la monarquía para encargos. Escribía en latín, idioma culto de la época, pero Josep Maria Orteu, Jordi Prenafeta y Jordi Bilbeny apuestan por él como autor de perdidas obras en catalán, y en concreto del Lazarillo de Tormes. Sería quien le da el carácter anticlerical y un tono inextricable, oculto, porque es un libro que habría que leer entre líneas como crítica al papel monárquico y aristocrático contra las Germanías valencianas, paralelas a las revueltas comuneras castellanas.
Curiosamente, son sucesos históricos recordados con sordina: el aniversario de la oprobiosa expulsión de los moriscos, de los judíos, del machacamiento de los comuneros y de las germanías, o la guerra civil catalana convertida en bandolerismo endémico, son temas ocultos, tapados por la plata imperial en el temario histórico.
Los autores son muy hábiles y respetuosos con los investigadores previos. De nuevo, aparece Francisco Rico. Se menciona mucho a un autor llamado Francisco Calero, profesor universitario de Filología Clásica, que parece haber impulsado esta visión valenciana del Lazarillo.
Lo peor es la novela en sí: se trata de una traducción de 1892, por Antoni Bulbena (jo, Bulbena y Bilbeny, qué lío), basada en la edición de Biblioteca de Clásicos Españoles de 1858. Los editores actuales se dedican a eliminar palabras barcelonesas y modernas (no aptas para el contexto del siglo XVI) y a llenarlo todo de notas (con errores cuando citan una nota con otra, hay un desfase de unas cinco notas a pie de página). 926 y 425 notas para la introducción y la novela, respectivamente. Confrontése a la edición de Blecua, con 109 y 347 notas en un libro mucho más 'ñajo, a lo que añade una coda final con las variantes entre cada edición con una nomenclatura no explicada. Ejemplo: 160.22: tras mucho cavilar, se refiere, no a la nota 160, sino a la página 160 línea 22, asi que no se queje nadie cuando vea nomenclaturas maginotecnicas, porque aquí, señorías, las explicamos y justificamos.
La nota 197 de la página 69 tiene la mejor frase del libro de Blecua:
Convendría, no obstante, hacer un estudio exhaustivo de la puntuación de los impresores de Amberes en 1552 y 1553.
Blecua, en p79, considera que hubo una edición primigenia X de la cual deriva una Y, de donde salen C (Amberes)y A (Alcalá). Posteriormente, de la original X sale la B (Burgos). Estamos en la década de 1550.
El otro libro intenta llegar a la edición X. No lo consigue, porque, para empezar utiliza una traducción al catalán previa. Lo que podría ser una edición volcada al catalán de la novela, que es lo que hizo el traductor decimonónico, pasa aquí por querer ser la edición princeps original. No se ha hecho verdaderamente el esfuerzo por llevar al original presunto en catalán del siglo XVI, ni con sus estructuras sintácticas ni morfológias ni léxicas. Ni chicha ni limoná.
A nivel intelectual sí que se atreven a ofrecer una fecha para el original: hacia la década de 1530.
No veo contradicción real entre el libro de Blecua y el de Orteu/Bilbeny.
Por otro lado, vale la pena simplemente porque explica una visión realmente oscura pero interesante de una época en la que se implanta un sistema totalitario a favor del monarca autoritario que tiende al absolutismo, que se usa la Inquisición para eliminar cualquier atisbo de pluralidad, y donde NO hay libertades políticas. Esto parece muy tonto pero igual es que no se entiende: no hay libertad de imprenta. No cualquiera puede imprimir. Aparte de los costes, hay un control o censura política-religiosa, eclesiástica, que impide la salida a la calle de libros críticos o que reduce su contenido o directamente reduce a sus autores.
Cuando uno lee El Lazarillo de Tormes la sensación continua es que falta algo, que faltan episodios. No es sólo que a según quién le dieran ganas por leer más anécdotas, sino que hay episodios que son meros chistes de una página. Que parece que hay frases cortadas.
Si el lector piensa eso, puede acercarse a libro de Tormos.
Ahora bien, en ese caso, tiene que no ponerse en contra porque el personaje ya no nazca, viva ni camine por los sitios tradicionales, que igual son de su provincia.
Los autores dicen tomar un mapa y comprobar cómo el recorrido de una obra pretendidamente realista, según la crítica, es un recorrido inverosímil, porque va a sitios o pueblos lejanos que no lo son, o se salta pueblos o aldeas intermedias a las que luego regresa. Se cita como extranjeros a habitantes del mismo país.
Hay un ejemplo que cuesta de ver con la agricultura industrial, los trailers y los camiones frigoríficos y los grandes mercados de abastos-platafomas de logística y mercancías: las lechugas murcianas, que están en sitios muy alejados de Murcia para la época. Un producto peredecero muy alejado de su área en épocas en las que la agricultura y su compraventa es local o comarcal.
Entonces idean un nuevo recorrido, bastante argumentado -y eso vale la pena leerlo-, con datos históricsos de tal o cual duque de la localidad que vivía o no allá o de si tuvo o no que ver con tal acontecimiento histórico, etc. Véase el caso de Diego Hurtado de Mendoça i Lemos, figura de las Germanías, de familia vinculada a la Corona (virrey de Aragón, lugarteniente del Principado de Catalunya). Véase p250-251.
Habría sido una obra popular, no sólo traducida al castellano por su éxito sino también censurada para impedir que llegara todo el mensaje. Eso explicaría la sensación que uno tiene de que faltan cosas, de que faltan episodios, de que el camino de señor en señor por parte de Lázaro parece que tuvo que haber tenido más escalones en su "ascenso social". El censor-traductor, como lo denominan, se convierte en otro autor. Y cito una frase que cuadra con algo que hace años que creo y que va sobre la falsedad habitual de la obra individual, un concepto caro al liberalismo individualista:
p232: una frase de José M. Caso González de 1972: "entrecreuament de manuscrits i impresos i correccions (...) constitueix l'essència mateixa de la tradicionalitat escrita, fenomen mal acceptat per molts crítics, incapaços de veure a la nostra literatura dels segles XVI i XVI cap altra cosa que no siguin obres individuals".
Varias manos tocan una obra en diferentes momentos.
Ejemplo reciente: la vestimenta de Sherlock Holmes sale una obra de teatro y no de las novelas. Pero el detecive queda vinculado a esa vestimenta y no sólo a lo escrito, y así saldrá en películas, tebeos o portadas de sus novelas.
Sobre el nombre de Lázaro en el título: es porque sólo se le menciona como Lazarillo alguna vez en la novela.
Sin prejuicios, o con los mismos que se deberían tener para lo demás, hay que acercarse a visiones que rompen esquemas establecidos durante tanto tiempo... pero, en realidad, implantados a raíz de la alfabetización de la población y de la existtencia de medios de comunicación de masas.
No hay conclusiones tampoco esta vez.
Acabamos con un diálogo del libro de Blecua, p105:
-Lázaro, engañado me has; juraré yo a Dios que has comido las uvas de tres a tres.
-No comí -dije yo-, mas, ¿por qué sospecháis eso?
Respondió el sagacísimo ciego:
-¿Sabes en qué veo que las comiste tres a tres? En que comía o dos a dos y callabas.
Es un párrafo que se puede aplicar montones de veces... y no poco en corrupción y lo que cuenta y calla la prensa.
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