¿Leer cosas viejas? ¿Para qué?
Nunca a la moda, leemos, releemos y transleemos. Conozco a quien dice que "me da igual de cuando sea esa revista porque aún no la he leído". Válido para revistas que le dan gratis.
Así que me encuentro con el siguiente texto del periodista Miguel Ángel Aguilar, famoso por llevar toda la vida en la tele, al menos desde el Primer Telecinco, cuando salían unos presuntos expertos, entre ellos un montón de gente que iban de progresistas pero que en el 2010 y años posteriores, ya con la TDT en marcha, fueron vistos pegados con silicona en las tertulias de Intereconomía o de la 13TV. Claro, tampoco vamos a seguir toda la trayectoria de esta gente por todos los medios de comunicación. Entre ellos, Miguel Ángel Aguilar, periodista al que asignaré una adscripción del PSOE, lo que ya es un motivo de excepcionalidad en el ambito radiofónico y televisivo.
El texto, a ver si alguien lo ubica:
Octubre se anunciaba caliente sobre todo en su vertiente laboral. La recesión económica no tocaba fondo, la inflación continuaba galopando, el turismo había empezado a dejar de ser ese maná providente, la balanza de pagos seguía deteriorándose, disminuían las reservas de divisas, proseguía la evasión de capitales que superaba ya [cantidad de dinero elevada] desde aquella [fecha].
Alguien puede pensar que se refiere a octubre del 2012, del 2011, del 2010... Si estuvo atento a Ernesto Ekáizer a las ocho y algo de las mañanas del 2012, en RNE -En días como hoy-, hasta que lo echaron los del PP (que fue así; que no querían que contara las verdades del barquero que todo el mundo debería saber pero encima con datos estadísticos y económicos irrefutables), pues eso de la evasión de capitales le sonará a lo de la descapitalización o salida de capitales de España hacia el extranjero (hay libertad de circulación de capitales, para los capitalistas, no para los obreros, como saben en Chipre desde marzo del 2013).
Podría ser octubre del 2010 por lo de la reforma laboral de Zapatero, ahí, traicionando a los trabajadores...
Ahora pongo la cantidad de dinero elevada: "el billón de pesetas".
Oh, vale, pues es de antes del euro, pues entonces será de... de... la crisis económica de 1993, cuya recesión 1993-1999 (oficialmente la derecha la hace llegar hasta que el bigote de Aznar pacta con CiU) y la realidad laboral la haría llegar hasta el 2002, cuando comienza a no ser tan imposible encontrar empleo.
Felipe González realiza una reforma laboral cruel, legaliza las empresas de trabajo temporal para que hagan contratos sucesivos en vez de hacer contratos indefinidos, precariza a todos los trabajadores jóvenes, decide que las primeras cohortes de clases obreras, asalariadas, bajas o de clases medias bajas que salgan de las universidades han de tener todo tipo de dificultades para acceder a la carrera: un auncio de coches crea el concepto JASP (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados), osea, mano de obra sobrecualificada, con contratos basura, temporeros del sector servicios que se unen a los obreros industriales despedidos que pasan a convertirse tambien en temporeros de los servicios, con bajos sueldos y nulas expectativas de progreso profesional.
La inflacion aumenta. El tipo de cambio de la peseta con respecto al Sistema Monetario Europeo se ha alterado en 1992: la peseta es devaluada, junto con la libra, como defensa contra los ataques especulativos de Georges Soros y otros personajes de baja estofa (a finales de los 90 se declaró filántropo, tras empobrecer a los pobres) que personifican los no tan anónimos mercados que utiliza tecnología avanzada como la informática para globalizar los mercados, junto con unas normativas internacionales creadas, entre otros, por los dirigentes españoles. El resultado es un empobrecimiento.
Pero en 1993 o con la reforma laboral posterior de Aznar (la del despido barato), hablar de billones de pesetas es una fruslería, y además el turismo es un sector importante.
Paso a transcribir la fecha: "aquella madrugada del 20 de noviembre".
El 19751120 Franco muere, o es matado, o desconectado, o se anuncia su fallecimiento habido quién sabe cuándo en días o semanas... oficialmente, Franco ha muerto. Un día os explicaré mi versión zombi, Franco ha vuelt;, a ser posible cobrando.
Este texto es el inicio de unas páginas tituladas "Cronicón de la Villa y Corte", que realiza el periodista Miguel Ángel Aguilar, en este caso para la revista historia16, en su número 6 (Año I), octubre de 1976.
Lugares y frases comunes -otoño caliente-, Aguilar bien pudo haber copiado ese texto durante años, si no lo hizo hasta el 2013, cuando menos.
Hoy como ayer, se suceden los recortes, las precariedades y las recesiones, que ¡oh casualidad! siempre afecta a los mismos.
Posteriormente vino una nueva puñalada: los Pactos de la Moncloa de 1977 (19771025). No, porque Fuentes Quintana diga que estuvo muy bien no me vale: qué va a decir él.
La diferencia es que entonces pensaban que hacían una gracieta, de cara a un futuro más esperanzador, alejado del fantasma franquista... y desde el 2010, y más aún desde la tragedia griega y el corralito chipriota, está claro que nos han metido en un pantano ponzoñozo, por esas componendas que llaman "las instituciones que se han dado entre todos",
La frase final dice: "Ahora, ¿en nombre de qué iban a reclamarse las austeridades? y ¿con qué ejemplos?"
Previamente ha explicado -estamos en 1976- que "Las nuevas metas consumistas tuvieron una expresión popular en el seiscientos y la frontera de los electrodomésticos y así hasta divisar el horizonte de la parcelita".
Habla de los años 60, por lo que el mito del Desarrollismo, ya está plenamente integrado en 1976 al discurso de los prescriptores.
Durante los años 60 e incluso 70 conviene recordar que la mayoría de calles no tienen agua potable, o incluso cloacas, mucho menos asfalto (que se generalizará a partir de finales de los años 70); dichas calles eran de tierra (barro cuando llueve y días posteriores). La electricidad durante los años 60 podría ser con toda tranquilidad un cable tomado prestado de alguna torre de alta tensión.
Me decían en el 2003 que "nunca imaginé que tendría un coche"... hablamos de alguien que lo tuvo en 1978, cuando ni mucho menos la sociedad estaba tan motorizada.
Quien había tenido coche de un tipo u otro durante los años 60 o 70 no eran clases populares (lo que entiendo por "expresión popular" sería eso) y no por el analfabetismo eterno que existía hasta entrados los años 80, sino por la parte del dinero, porque lo habitual además era pagar por tener el carnet antes de establecerse el sistema de exámenes de conducción. Tenía un coche quien lo necesitaba para un trabajo concreto: un tendero, por ejemplo, o alguna profesión concreta. En otro orden de cosas lo tendría alguen de la familia (entendiendo como tal hermanos, tíos, primos).
Ese párrafo me recuerda demasiado (y me subleva igual) que lo de: "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades" o "ya no podremos vivir como unos años antes", cosa que le tuve que escuchar en marzo del 2013 a alguien que cobra mucho ahora y mucho antes... como si todo el mundo hubiera estado de crucero continuamente.
El editorial de la revista, p5, se titula "Seis meses después". historia16 es mensual y lleva 6 números=meses. Transcribo el texto inicial:
HISTORIA 16 ha aumentado su precio a sesenta pesetas, dos duros más que hasta el presente. El incremento del precio ha resultado inevitable ante el encarecimiento de papel y las medidas arancelarias adoptadas recientemente por el Ministerio de Comercio, que han aumentado considerablemente los gastos de las empresas periodísticas. Además, en estos meses han subido, también, los gastos generales y los presupuestos redaccionales, todo ello con una fuerte repercusión sobre el coste de cada ejemplar.
Es un texto típico de la crisis del petróleo de 1973, que afecta a España a partir del 1975, pero sobre la cual el gobierno franquista no actúa por ineficacia, inutilidad y miedo ante la parálisis económica y la respuesta social; antes al contrario, subvenciona el petróleo lo que ocasiona un aumento del gasto. En 1976 reacciona y hace subir esos costes y el precio de producto al consumidor. Asimismo es un texto típico en tantas revistas de historietas, del corazón o diarios: "nos vemos obligados a subir el precio".
Parece que el sector editorial periódico es el único que siente la necesidad de explicarse ante un aumento del precio de sus productos.
Por las mismas épocas, lectores que lo fuisteis de la Biblioteca Marvel, los precios de las revistas de Marvel suben (véanse sus portadas en el apartado "Portafolio" de cada tomo de la Biblioteca Marvel de Forum y luego Panini). Los formatos extraños como los Giant-Size parecen ir vinculados a enmascarar el aumento de precios y la posible pérdida de lectores: dar más páginas o páginas mayores a un precio que parece que lo vale, hasta que la revista normal sube progresivamente de precio, tras más de una década de mantener el mismo (13 centavos, por un poner).
En España, para Editorial Bruguera es la época de los Mortadelo Gigante o de la explosión de los SuperPulgarcito o de los extras, cosa que da incluso en Ediciones TBO, enfermizamente reacios a todo cambio. Revistas de mayor tamaño o de mayor número de páginas, con más colores, pero también con más refritos, osea, con contenido a coste cero para la empresa editorial. Va relacionado sin duda con los aumentos de los costes de las materias primas, entre ellas, el petróleo (y todos los productos dependen de él, como el transporte o los motores de ciertas factorías).
Ah, sí: la imagen de texto de Miguel Ángel Aguilar:
Sección de Miguel Ángel Aguilar para Historia 16, nº6. 60 pesetas. 19761001La revista vinculada a la histórica cabecera de la Transición, Diario16 |