20130104

El Príncipe Valiente no es una ensalada César

Data Estel·lar quieroquieroquiero Divendres 20130104

Nuevo año, viejas lecturas.
 
Me estoy leyendo el Príncipe Valiente, pero creo que esto ya lo había dicho.

Es la edición de Ediciones B-Grupo Zeta, traducida por Jaime Ribera, el guionista de Deliranta Rococó, el mismo Jaume Ribera autor de novela negra, etc. Es algo que en su momento me llamó la atenció y me infundió confianza en lo que leía. Sin embargo, cuando últimamente lo comento me dicen que, en fin, que, psé. A mí me sigue gustando. Y que la se llame así, pues también. ¿Por qué no? Los signos < y > vienen siempre que se cita. Nunca he leído ninguna explicación. Siempre he pensado que les resultaba un tanto ridículo ese nombre para una espada, como si no fuera ya suficiente ridículo bautizar un arma. Tizona y cosas así. Se me ocurrió en su momento que ese nombre era provisional y de ahí esos símbolos, a la espera de reflexionar sobre la nomenclatura definitiva, que nunca llegó y por eso se mantuvo así. ¿Qué canta la espada? Silba en el aire porque su material es de buena calidad y cuesta que pierda el filo. Es la magia de la espada, una magia que recorre la mayor parte de los guiones de Hal Foster, y que se vincula hacia atrás en el tiempo con el positivismo científico de Jules Verne, con el Conan Doyle que resuelve misterios de manera científica mediante su detective Sherlock Holmes. Y se extiende al futuro hacia los guiones e historias de Stan Lee y Jack Kirby, donde la magia se circunscribe a una especie de Ciencia Ficción, como pasa, y sólo es un ejemplo entre muchs, en Thor. Stan Lee, en concreto, procura no tomarse en serio nada (excepto los dólares), ni los superpoderes ni mucho menos las amenazas, peligros o brujerías. Es algo que sus sucesores no entendieron, y que gran parte de sus lectores no supieron leer. Stan Lee, el humorista, como Dickens, el humorista (y asimismo, mangaka de la Revolución Industrial). Oh, sí, luego hemos leído cosas tales como que la Magia es Ciencia muy avanzada o que toda ciencia muy avanzada nos sonaría com magia, pero ya en plan más seriote.


También en plan seriote, he tenido la desgracia de leer con relativa frecuencia guadianesca, algo que me revienta: que el Príncipe Valiente no es verdaderamente un tebeo... perdón, comic... perdón, cómic...
Que es muy bonito, con un dibujo muy perfecto (no siempre, sin embargo), que la historia es encantadora y bien hilvanada, que es una novela-río (=un culebrón en plan saga islandesa, que parece como de más pedrigripal)... pero que incumple unas presuntas normas y reglas sacrosantas que se ve que tienen los tebeos.

Evidentemente, se trata de gente que no sabe leer y que no ha debido de leer tebeos. Mentes estrechas en las que sólo cabe que un tebeo tienen que tener viñetas recuadradas con un bocadillo (llamémosle "balloon", que es más ¡skup! internacionalporqueestáeninglés) en franjas o tiras (strips, weycowboy) y con personajes que se interpelan entre ellos. Supongo, sin embargo, que disfrutan de la falta de onomatopeyas, líneas cinéticas en cantidubi o de metáforas visuales, signos de exclamación a tutiplén... porque hacen infantil-chinarro y el comic está destinado a ser un "medio adulto"... hay gente que ha escrito esto en los años 60, 70, 80, 90 y 00 y no ha venido un comando especial de cascos azules a llevárselo al TPI. Osea, lo aburrido, soso y con pocos recursos es adulto.  Y salirse de una norma general no establecida impide que un tebeo lo sea.

Veamos qué no es el Príncipe Valiente: no es una Ensalada César. No va emplatado, no contiene hortalizas como la lechuga, no suele ir aliñado con aceite, vinagre (ni el reducido de Módena que el marketing italiano y sus distribuidores han conseguido que guste a tantos consumidores) ni sal mineral.  Tampoco lleva otro aliño. No hay tomates. No hay tenedor. No es fácil de masticar. No te lo cobran a 3 euros en un menú que incorpore otros platos en un restaurante.

Sin embargo, el Príncipe Valiente sí que tiene varios recursos de la historieta. Líneas cinéticas algunas, pero pocas, cierto. Viñetas que nos explican por medio de una necesaria combinación de texto e imagen una historia. El texto no suple a la imagen, a veces la tuerce o la desmiente, y viceversa. Con mucha frecuencia, las imágenes permitirían tener otros textos, más directos, más de acción o tal vez costumbristas (un herrero usaba un mazo para doblar el metal)... No es raro que una imagen tenga una información adicional que la simple combinación de texto y dibujo no nos dé. Un personaje al fondo, o un personaje o una nube que no se nos explica qué es hasta varias viñetas posteriores. Es algo que no ha sido demasiado usado en la historieta, pero es un recurso muy valioso. Es así cómo Hal Foster nos presenta cambios en el tiempo, hacia una tormenta (una nube que sale en una viñeta de una página es una tormenta en la siguiente). También una hoja marrón no es un mero decorado sino que unas viñetas de una páginas posterior puede ser el primer anuncio, gráfico, del texto "entra el otoño y conviene aumentar las reservas de comida para los próximos meses".  

Hal Foster no suele descuidar los fondos. Pero tampoco la atmósfera o la meterología, porque  eso condiciona tal o cual tipo de aventuras. Planifica el tiempo meteorológico dentro de la viñeta. 

Oh, pero no hay bocadillos. Mira tú qué importante. Es lo mismo que cuando se dice que un chiste no es un tebeo porque no hay una relación secuencial.... cuando es evidente que generalmente sí la hay aunque sólo se ocupe una viñeta, o condensa espacio y tiempo al máximo. Lo que se dice es sugerido por las palabras o por las expresiones de los personajes o del entorno. A veces hay textos de lo que se habla.

 En Europa y condicionado por la escasez de la Segunda Guerra Mundial, para Hergé, el de Tintín, el comic era economía. Eso lo aprende con El Cangrejo de las Pinzas de Oro. Para ahorrar espacio, hay viñetas donde varios personajes ejecutan acciones sucesivas. En el desierto, por ejemplo. No pondré la imagen. Búsquela, Vargas.

Esa aparente falta de arte secuencial -el palabro de Scott McCloud y de Will Eisner- es incorporado por una acumulación de elementos en una página. Las viñetas tipo Opisso repletas de gente, nos muestra en realidad, no a varios personajes haciendo distintas acciones, sino también a un único individuo haciendo varias acciones. Foster utiliza mucho el mismo recurso de Hergé varias veces, pero sin pasarse. No es difícil de encontrarlo. 

Que alguien me diga si ese tipo de viñeta apiñada es mejor o pero, más o menos secuencial que las mismas imágenes separadas.




Lector o lectora, te dejo una muestra y otro ejemplo, de años después, cuando Val regresa con su hijo por fin a Thule con Boltar, para que hagas la misma prueba de separar en varias viñetas una..