20130304

P99: Don Furcio Buscabollos y la Publicidad

Data Estel·lar ricolaricoli Dilluns 20130304


Continuemos con la puesta a disposición del interesado público lector de otra página del Pulgarcito número 99 de los años 40.

Digo "99" porque es lo que consta en la contraportada. Vaya usted a saber...

 

En esta ocasión P99 p03 nos trae una historieta del personaje de Cifré, el caballerete o condottiero italiano Don Furcio Buscabollos.

En la maginoteca siempre nos ha parecido el personaje más estrambótico de Cifré

Dado que se ha escrito que los personajes del joven Cifré habían sido creados por Rafael González en su mayoría, en este caso concreto sí que me interesaría saber la autoría original. ¿Qué tenía el creador en la cabeza para inventar, no un caballero sino un condottiero que habla en italiano hasta que se le hace incomprensible (con Merlini, del Corsario de Hierro pasará algo similar en la década de 1970). Y encima macarronizado y con las expresiones que nos dijeron que inventó Rafael González -el humorista más serio o tal vez el más antipático de todos, que ya es decir-.

Este personaje fue olvidado durante décadas... pero fue también estrambóticamente recuperado en Ediciones B-Grupo Zeta, durante 1987-1988. Entonces pensaba que sería un personaje nuevo de Cifré... lástima que no fuera así.

Vemos que no deja de ser un Reporter Tribulete medieval: su misma facha.

En esta etapa aún es muy redondeado. Aún no tenemos la línea Zeta de Cifré claramente perfilada. Entiendo por Línea Zeta la figura y escenas anguladas y el epítome o punto máximo que sería el chasco final de un personaje que salta con una línea cinética en zeta. El equipo de la maginoteca no ha visto esta etapa en las revistas de Ediciones B.
 
Buscabollos (para el que no se entere: "buscaproblemas, buscalíos") tiene una yegua que ejerce de criada doméstica. Es sumamente extraño, entre otras cosas por la fatal falta de animales antropomorfos ni parlante en las publicaciones de Bruguera. En los años 70 tendremos cuentos o tebeos sobre cuentos dibujados por Jan o Mart-Os (fábulas revista Pulgacito 1982-1983) o tal vez Íñigo en los años 80 (pero ni su perro Chispas habla con Trotamundos, sino que piensa, por tanto, el lector sabe lo que dice pero su amo no lo tiene tan claro). Vale, tenemos a Gatín, de Sanchís... pero no mucho más. Ignoro la causa. Tal vez es preferible desconocerla.


 La extrañeza aún va más lejos. Este guión trata sobre la publicidad... ¡estamos en los años 40! En plena postguerra. No es que la publicidad sea un tema popular precisamente, salvo para cuatro gatos que trabajen en ese entorno. Yo diría que la publicidad no será realmente una cosa a tener en cuenta por la población hasta casi los años 80, a pesar de las canciones del colacao de la radio. Y no digo los años 90 para no entrar en discusiones bizantinas sobre el aumento de las clases medias y la sofisticación. Evidentemente, España de los años 40 no era ni mucho menos Estados Unidos de los 40 ni de los 30 ni de los 10...  donde el desarrollo de la publicidad era mayor ya entonces y estaba más grabado en la mente de los habitantes.

Si a eso unimos que, vinculado a su sociedad lectora o no, el tema se lleva a la Edad Media, la extrañeza aumenta aún más.

Por tanto, es una historieta a tener en cuenta completamente.

La viñeta final, inusitadamente grande para la época, me recuerda mucho a la de una historieta de Tristán El Salteador (título original: Gilles de Geus), historieta holandesa de los años 1980 y que fue publicada en España en la revista Fuera Borda.hacia 1984 Evidentemente, no se trata de una copia, al menos de Cifré respecto del dibujante Hanco Kolk. Sin pruebas aventuremos que tampoco al revés. Ay, creo que está mal visto eso de mezclar la primera persona del singular y la del plural. ¡Qué se le va a hacer!


 Si no supiera lo que significa "surrealismo" usaría ese palabro para unirlo a las referencia a tranvías, fotógrafos del año 1920, al living (living-room: sala de estar) o a los insecticidas.

Siempre se ha notado a faltar más Edad Media en esta historieta que, con el tiempo, tendrá un dibujo encantador y una composición gráfica de factura excelente... ¡hum! "de factura excelente"... ya puedo cobrar por hacer textos críticos porque no he puesto "es bonito".

 Nota sobre el color de las páginas. Las páginas escaneadas de cualquier época y sea con cualquier scanner o máquina de fotos, siempre se ven con ese color carne-rosado-salmón... pero el original es más bien blanco sucio como de hoja de papel reciclado con algún amarilleado. En otras ocasiones, se ha optado por usar un programa de tratramiento de imágenes y homogeneizar el color, aumentar la claridad y poner la firma o la referencia. Eso personaliza la imagen y la convierte en algo diferente.  En esta ocasión, la intención es que se vea tal cual es. El que quiera se la guarde, la use, la dé a conocer, lo que sea. O la agrupe en una nueva revista.