20090226

Lo que hemos aprendido y confirmado con la crisis

Data Estel·lar Sinedie Dijous 200902226

A falta de un artículo más profundo que, por falta de tiempo para documentarme no podré realizar en breve, realizo este texto comenzando por el resumen: la crisis me ha enseñado o me ha confirmado lo que ya sospechaba tenebrosamente.

Es lo siguiente: si hay dinerales, cantidades de muncho, que es mucho más que mucho, dinero que se puede dilapidar, arrojar, tirar a las grandes empresas, a los grandes capitalistas, a los grandes directivos, a gente que tienen a su disposición servicios de estudio, coyuntura y prospectiva, que deberían ser previsores... pero que no lo han sido y que han decidido, por fin, lanzarse a la Economía del Chantaje, si hay dinero para dárselos a los bancos y las empresas de coches, a los constructores especuladores y a gentuza similar, con la coartada de "o se hace o la gente va a la calle", aunque sea mentira, como el caso de Ficosa, empresa en la que la Generalitat "entrará en el capital" pero, que seguirá con sus planes de despidos, si hay dinero para dárselo a sus amigos, también lo hay para todo lo demás.

Algo de esto ya se puede deducir de lo que dije en este otro texto maginotécnico.

Pero parece que la Administración nos ofreciendo migajas como el cuidado de los pies en los diabético, cuyo servició será gratuito (falso: eso está pagado con los impuestos de los asalariados). Podemos decir "qué bien" o "ya era hora". Los diabéticos necesitan una atención especial a los pies.

Pero es que eso no será inmediato: "será a partir del verano". Oh, vaya, cuando es para darle el dinero a nuestros amigotes, es inmediato. Cuando es para mejorar a colectivos fastidiados, las cosas van lentas o nunca se da, como la aplicación nula de la Ley de Dependencia en Catalunya, por ejemplo, con miles de personas que no han recibido el dinero... claro, todo el mundo sabe que los catalanes nadan en dinero y todos tienen criadas, mayordomos y demás gente que les cuida, así que no importa que las ayudan no les lleguen, porque las piden por avaricia, por ansia, en vez de ser solidarios

¿Alguien recuerda el caso del IVA estúpidamente alto para las compresas y para los pañales de bebés y ancianos? ¿Alguien recuerda el caso de las pensiones misérrimas de viudas -más que viudos, porque la esperanza de vida de las mujeres es más alta-? ¿Alguien recuerda los llamamientos a las promociones de vivienda de protección oficial que se hacen desde 1982, que yo sepa, y que nunca se han llevado a cabo?

Ahora sabemos que, si no lo han hecho, no es por falta de dinero sino de interés, de ganas, de voluntad política. Tenían y tienen el dinero para hacerlo. Son cantidades realmente modestas en un océano de trillones de euros, de cantidades que uno no puede imaginar que existan.

Y en esas llega Montilla y, después de ser amenazado por la Seat y por Nissan, dice que los trabajadores tendrán que sacrificarse si se quiere mantener a ese tipo de grandes empresas. Lo que no dice es cuánto cobran, por hacer qué, cómo fueron contratados (de qué familia son) y qué indemnizaciones tienen por despido o huida de la sentina los directivos y directivas y colocaos y arrimaos en esas empresas y en sus empresas subsidiarias, empresas clientes y empresas de provisión y derivados. Es todo un mundo de gente a los que jamás les llega el momento de hacerse más agujeros en el cinturón. Un mundo realmente existente, de gente que muchas veces no saben ni alemán, ni ingles, ni multiplicar. Ni lo necesitan.

Si el representante máximo de Catalunya y representante del Estado en Catalunya, de un gobierno que se autodenomina "de progreso" o "de izquierdas", de un partido que se dice "socialista" (y a veces "obrero") lo único que sabe pedir en voz alta son sacrificios a la mayoría, a los asalariados, a los que están más abajo, a los que no han provocado la crisis (porque están consumiendo hasta ayer mismo: vaya usted a una calçotada, al Baricentro o a comprar un teléfono móvil), si sólo se le ocurre pedirle sacrificios a sus votantes... aquí hay un problema de base bastante grave, un problema mental por parte de los representantes democráticamente elegidos, una sumisión total (como cuando Piqué se estiraba en el suelo para hacer de alfombra de Bush II, si alguien recuerda aquellas imágenes del ministro de Exteriores del Partido Popular), una sumisión que no aplaca a la bestia sino que alimenta sus mandíbulas haciendo que las dentelladas sean más brutales, pidiendo despidos libres y pagar como mucho 20 días por año en los despidos, como si alguna empresa pagara más desde 1994 (sí, alguna, las que eran públicas, pagaban más, porque el dinero era del Estado).



P.d.: "la Catalunya que s'enfonsa" ("la Catalunya que se hunde") es la etiqueta que le he puesto a esto. A mucha gente le parecerá una etiqueta escandalosa. Y que no hay para tanto. Pero es más que eso. Seguramente que muchas ideas se pueden aplicar a otras comunidades autónomas o a otros lugares del planeta Tierra pero yo sólo puedo hablar de lo que conozco.