20120212

Fagocitado

Data Estel·lar crecque Diumene 20120212

Creo que no me enrollaré demasiado esta vez.

2011 fue un año en el que un nuevo género floreció. ¿Cómo podríamos llamarlo? ¿Género para-revolucionario? Se trata de un tipo de tebeos que intentan explicar la depresión económica (véase nota final 1 ). También las inconsistencias, incongrencias, fallos de mercado y desvelamientos ideológicos que afectan al común de los mortales, el 99%,  unos de los cuales indignados, la mayoría amorfos, plastimorfos, anómicos, ignorantes de todo.

Igual me hago un auto-engaño pero diría que no estoy exactamente ante un tebeo gafapastas, aunque seguramente parte del género citado en el párrafo anterior lo pueda ser. Ciertamente aprovecha las posiblidades abiertas por unas editoriales que aceptan tomos únicos -osea, "novela gráfica"-.

En este caso no hay una historia autobiográfica, si tenemos que seguir las indicaciones de Santiago García y cía.

Sí que tenemos en todos estos tebeos muy distintas maneras en formato, tamaño de páginas, viñetas, tomos, estilos gráficos, formas narrativas, colores... en parte es un volver a un tebeo de Bruguera donde todo es variado. Seguramente Españistán haya sido el caso más conocido pero hay varios. Algunos tebeos nos intentan explicar, siguiendo un poco a Joe Sacco, por así decirlo, qué pasa con lo de Chernobil, o con Cuba (aquí sí que igual estamos ante una novela gráfica, porque es autobiográfica). Entré en Norma del Passeig Sant Joan una tarde.. y tenía toda una mesa llena de cosas de estas.

Vi uno curioso, que me acabé comprando otro mes y  vaya usted a saber dónde,

Es Fagocitosis. De Marcos Prior & Danide, Con Arantxa Nagore en el libro de estilo, una cosa muy curiosa en sí mismo y que, junto al tomo, uno no sabe ante qué se encuentra. Pienso que perfectamente podría tratarse de un trabajo de fin de carrera o de master o de un curso, sobre diseño o publicidad, tal vez sobre Sociología (pero díganme donde hay un profe de Sociología con la mente tan abierta como para puntuar esto y que no sea amigo/familiar de los evaluados).

Lo primero que llama la atención es el lomo: es en colores. No negro. ¡Por fin algo que quedará bien en mi estantería, si le encuentro hueco! Luego tenemos el uso del diseño -el libro de estilo está para algo-, con la utilización alterada -tal vez convertida en realidad- de una marca de tarjetas de crédito/débito. No me fijo mucho en los tres personajes que hay en la portada... pero hacerlo es temblar ante un caniche-vampiro (un bicho que ya me dio miedo cuando se me ocurrió hace años).

El contenido... deja sensación de más. Cada epígrafe, no exactamente episodios, tiene un estilo de dibujo, un coloreado, un tono, unos colores, distintos. Pero un mismo objetivo: fijarse en lo que está ante el consumidor, es decir, ante todos los habitantes, cada día, cada hora en cada calle y lugar, y desvelarnos lo que hay detrás o lo que puede haber.

Para hacer este tebeo, para guionizarlo, hay que saber mucho. O saber poco pero de muchísimas cosas. Y para leerlo temo que también. Es decir, estamos plenamenta ante un TEBEO NO NECESARIAMENTE RECOMENDABLE. Es solucionable: consiste en leer mucho, en leer muchos tebeos, muchos libros, ver bastantes documentales, leer noticias y tener capacidad crítica para no creérselas a pie juntillas. Entonces disfrutarás este tebeo.

Me he perdido muchas cosas, muchas referencias (vaya, pensaba que podría pasarme más años de blog sin usar ese palabro)... y lo sé porque he hallado otras tantas. Tenemos la familia Los Marx... que amarilla como los Simpson, pero es que la familia de Fagocitosis fue creada por alguien que se le parece: Matt Goering. Pero es que ¿acaso no es también Rosendo Cebolleta en su sillón y con su diario a punto de ser molestado? El cabeza de familia es el icono de la cadena Marx Donald's... que no aparece en su historieta... porque, he aquí el gran hallazgo de este tebeo, hay al menos un elemento en cada epígrafe que nos une al siguiente. Como aquellas imágenes que se acercan a un planeta que resulta que es La tierra que resulta que tiene una bola del mundo en la habitación de un niño (nunca es una niña... hum) donde hay otra habitación... o como un collage formado por imágenes de Ibáñez, Wally y Opisso, todos a la vez, donde hay que encontrar tal elemento que nos lleve a tal otro. Una especie de hipertexto del mundo de los tebeos.Una continuidad que se da por el contexto y no por una sucesión cronológica o por una discronía a base de recuerdos o flashbacks.


Me lo compré porque vi unas páginas con una especie de Anacleto... y porque había otras con un Diamantes en Bruto de la Literatura Universal (como las Joyas Literarias, para el que no lo pille), venido en El Corte Maltés  (con su anagrama, con su cídoco de barras,

En otro lugar tenemos un trasunto del Google Street View... pero también yo diría que está eso que se está haciendo famoso entre los gafapastillas, que te toman una serie de fotos y las montan como si hubiera movimiento. Lo que ha hecho esto de llevar una cámara en el móvil a gente que jamás hubieran hecho ni fotos en su boda.

Podría decir aquella estupidez que oía en un programa de radio cada semana: "es un tebeo para un no lector de tebeos". Pero es mentira: es un tebeo para alguien que sepa lo que es un tebeo, para alguien que conozca profundamente los tebeos. Porque es así como podrá leerse los créditos de Los X-pertos... también es un tebeo, y lo tengo que repetir, para alguien con una culturilla general capaz de pillar montones de nombres alterados... o de filósofos serbios con artículos profundos asimismo alterados...

¿Filósofos? ¿Sociólogos? ¿Lectores de tebeos? ¿Periodistas? ¿Diseñadores gráficos? ¿Economistas?

Es decir, es un tebeo para politólog@s.



Nota final 1: Crisis: punto concreto. Depresión: etapa.