20190304

Aníbal: Cristales ¿primer Bruno?

Data Estel·lar chuta Dilluns 20190304

Aníbal es una serie sobre niños que juegan en un solar.

Su dibujante es Roja$ de la Cámara.

Seguramente capta diferentes generaciones de niños: aquellos que jugaban en campos; otros posteriores que ya jugaban en descampados, con cuatro matujos y restos de basura; los siguientes, casi rodeados por la ciudad pero aún cercanos al campo pero que jugabanen en solares; y los de los años 1980 que ya jugaban definitivamente en calles... para ir desapareciendo tanto por cambio de hábitos infantiles como por el acoso al que la vida en las calles (vecinas en sillas al fresco) fueron sometidas por la cultura del coche que lo ocupó todo y a la que contribuyeron de manera dura aquellos niños que sí jugaron en el exterior... de alguna manera, la Generación T copó las calles de niños y luego, con sus coches, de grandes. Lo de la inseguridad ciudadana vinculada a las drogas y a la inadptación de los hijos de inmigrantes del campo en las ciudades con paro alarmente acabó por expulsar a la gente, entre ellos, a los niños de esos stios. No diremos que era lo mejor del mundo ni que se aprendía lo mejor pero sí que conviene decir que no fue meramente la tele, el vídeo y los vídeojuegos con los entrenamientos de fútbol y de baloncesto y las actividades extraescolares los que expulsaron al personal de las calles, sino que hubo más factores como hemos comentado. Para apañarlo del todo, a finales de los años 1990 y durante los 2000, los ayuntamientos pusieron rótulos de "prohibido jugar a pelota" por todos lados... en la década de 2010, los ayuntamientos "progres" (ya de los otros no digamos nada) se lanzaron a aplicar a Nozick y privatizaron las calles: primero las peatonalizaban en tanto en otras se ampliaban aceras para "pacificar el tráfico" pero eso iba seguido de manera inmediata de sillas y mesas de bares en aceras, en plazas, en parques y en todos sitios, día, noches, con los bares abiertos o cerrados... el neoliberalismo aplicado por "fuerzas de izquierda transformadora" (véase Sabadell y el Vallès), por izquierda corriente (véase Tarragona), por derecha típica (véase otras localidades)... permitía la privatización de la vía pública. En lugares de amplio paso, encima, se añadió la privatización vía mercado: el top manta. Caminas por entre la peste de tabaco, marihuana y cerveza y la de bambas y bolsos por una anchura de unos 30 centímetros.

Definitivamente, jugar en la calle era algo que solamente Aníbal y sus amigos podían realizar en las antiguas páginas de sus historietas. Y caminar va por el mismo... camino.

Los nombres de los personajes son una mezcla de nombres terribles: Aníbal, Ganímedes (mejor amigo), Calígula (más pequeño y pelmazo pero cuyo nombre real, Pulgarcito número 10, es Tomasín, wo-wo-wo-wooooo triste)... y de nombres un poco más comunes, como Gemma (coprotagonista, pega unas tortas, hace tartas y es prima de Calígula) o Colás (niño rubio cuyo nombre apenas se menciona). Hay una niña de pelo negro sin nombre, otra rubia con coletas y sin nombre y uno que parece un Aníbal asalvajadillo por el pelo que sale en alguna que otra historieta. Y luego está Bruno, un niño de pelo negro con gafas bien vestido y que recibe porrazos de todos lados porque sabe cosas: la inteligencia o los conocimientos siempre han sido objeto de burla en este país. Entre el Pifuto Gafitas por lo mal que lo tratan, y Sapientín, el primo de Zipi y Zape, porque se supone que es empollón  pero es porque tiene conocimientos, que parece que eso está mal visto en este país y es por pura envidia.

Aníbal tiene un simpático perro llamado Sandokan en las primeras historietas. Por entonces, su principal juego es correr. Los amigos se cansan de él porque "ya está otra vez con lo de hacer carreras". Luego ya se pasan al fútbol para no ser acusados de antiespañoles, seguramente. Las niñas siempre juegan a casitas y a hacer café con unos cacharritos.


Hemos descubierto una historieta en la que sale un tal Cristales (por las gafas) que podría ser un primer Bruno. Pero no os ogarntizo que os encuentre de qué revista sale: costó pero aquí lo tengo: Pulgarcito 113 de julio de 1983. La aparición original en un Zipi y Zape: ni idea, oiga.

Es pintoresco lo que Pulgarcito hace: las historietas antiguas de personajes como Los Cinco Amiguetes o Aníbal las pone al final de su singladura. En el caso de Aníbal el estilo inicial no es bruscamente distinto del posterior, así que no pega.


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