20170718

¡Martínez-Osete, allá Boy!

Data Estel·lar ginys Dimarts 20170718

Os aburriríais mucho si no tuvierais la oportunidad de leer los desingeniosos títulos maginotécnicos que reaprovecha ideas que otros habrían descartado antes.

Martínez-Osete era un veterano dibujante que había pasado por tener alguna serie propia como las simpática de los gendarmes Durand y  Dupont, y que había dibujado desde el Capitán Trueno hasta Mortadelo y Filemón, convirtiéndose, para mí, en el apócrifo más versátil, o como dice el Miajilla, en el Chimpa Total.

He logrado rastrearlo hasta dibujos en sopas de letras de revistas de pasatiempos tipo Cábala u Orión ¿Ediciones Pléyades, revista Quiz? ¿tienen relación con la revista Triunfo, famosa durante la Transición? O puede que sea Zugarto Ediciones.


En la misma revista Super Carpanta número 54 con fecha de 19811026 en la cual se publicó una página de pasatiempos que pensamos que es antigua, aparece una historieta de una de las últimas series que le permiten realizar. Una de las últimas y una de las pocas, porque verdaderamente le conocemos muchos dibujos, muchas ilustraciones, muchas páginas de Mortadelo, pero poquitas historietas propias, con guión propio y ajeno.

Hacia 1980 o 1981, Mart-Os se saca de la manga a un niño tarzanesco, por supuesto rubio, porque en España toooooodos los niños son rubios o son pelirrojos y con pecas, pero eso si es para los anuncios. Habría que saber qué parte de los libros sobre la raza aria se habrían leído todos los guionistas, dibujantes, productores de televisión y directores de castings para dar esa imagen tan alejada de una realidad de niños con pelos castaños o negros. 

Se trata de un niño de edad indefinida. Como el típico Tintín o Spirou o Sophie o algún otro francobelga o ciertas actitudes de los Cinco Amiguetes (también rubios, claro menos uno), que pueden tener 10, 15, 17, 20 o 30 años. 

Vive en una selva. Tiene amigos entre los animales, sobretodo un mono, y los negros de las tribus le piden ayuda o simplemente se ve involucrado en aventurillas con ellos. Aquí hay el típico toque de superioridad blanca, pero no es ajeno al 98% de la producción de aventuras de cine, tele, libros y comics del mundo. Luego lo matizaremos porque es lo más nos interesa.

Los malos suelen ser dos cazadores furtivos malos: blancos, por supuesto. Ya es una manera de compensar ante la típica película de Hollywood en la cual, si puede ser malo un indígena que se opone a la dominación colonial, mejor que mejor.

Las historietas tienen el toque pausado y elegante de Mart-Os
Como es habitual, a sus personajes les cuesta correr y saltar, cosa que sorprende: no hagas una aventura de la selva donde hay que lanzarse entre lianas.

Aquí tenemos lo que parece un final típico: página 4, viñeta final, etc.  Es un falso final, igual quedó así por casualidad, para cubrirse ante alguna chapuza editorial: la historieta queda con un final, aunque luego él sepa que continúa. O porque le sonó bien acabar así la página.

Y hay un toque mejor, por volver al matiz que hemos comentado, y que me gustó desde la primera vez que lo leí, porque me pareció lógico y moderno. Los policías. Un poco de paciencia que ejerzo mi derecho a enrollarme otorgado por las instituciones que se han dado entre todos ellos.

Cierto es que hay tribus de negros con sus cabañas pero cada cual vive según sus tradiciones y no es que en España los pueblos estuvieran en mejores condiciones en 1980, 1981 o 1991. No fue hasta la llegada de Fondos Europeos (FEDER, Fondos de Cohesión, etc.), aquellos que, según el tontaca de Aznar "mendigó Felipe González", pero que él lloró para mantenerlos cuando entraron los PECOs (Países Europa Central y Oriental) ; o eso o el país se le iba al garete, no las zonas urbanas como la Región Metropolitana de Barcelona que paga impuestos para untar a toda España y a sus políticos y empresarios, sino la España Vacía o la España que no paga sueldos ni impuestos directos pero donde la gente tiene amplias propiedades en forma de mansardes y terruños inmensos. ¿Habéis visto el programa El Foraster? Mi pregunta siempre es: ¿y ahí de qué viven? porque hay de todo y no hay ni gente ni fábricas ni oficinas, etc, etc.

El caso es que, sea por cultura (las tradiciones), sea por economía, no se debería ver raro que en los países africanos haya tribus que vivan, sigan viviendo, no les quede más remedio que vivir, o quieran vivir en poblados de chozas, siempre que estén adecuadas. Bueno, es un tebeo y no se plantean tampoco una disertación social pero ¡atentos a lo que viene luego!

Se trata de un Estado africano independiente, con una policía bien uniformada (sabemos que es falso como los estafadores con traje pero, psicológicamente, indica orden y organización) y que se mueven bien pertrechados mediante todoterrenos, en este caso, el siempre aparente Jeep, que además son vehículos que se solían ver en los documentales que emitían en TVE.

Nota: ¿alguien recuerda aquellos documentales "ingleses" con todoterrenos pintados de rayas blancas y negras? Eso se ha perdido en el mundo del documental. Como cuando se veían las cintas de rodaje y nos decían que eso lo habían descartado, que había que montarlo o guardarlo o que una cabra se o había comido. Daba ambientillo y verosimilitud. Supongo que estaba destinado a hacer propaganda turística para anglogente de clase alta que se movían por el planeta como Perico por su casa, y les gustaba ver el té y la tienda de campaña con sábanas, porque a ellos no les pican los mosquitos. ¿Los habéis visto en las zonas más desastrosas, húmedas y con rocas con picos? Van descalzos y nunca se pinchan. Ni se mojan si corren entre las olas. Asombroso.




Nótese que las viñetas son más grandes de lo habitual. Eso les da más aire y el dibujo de Martínez-Osete queda mejor.

El rinoceronte recuerda a unos animales inflables que aparecen en alguna historieta de Sacarino y que tiene un oscuro origen: nunca he visto globos ni flotadores tan avanzados como aquellos de una historieta de entre 1978 y 1982. ¿Estaba dibujada por Martinez-Osete?




Así que el veterano dibujante Martínez Osete, cuya experiencia se remonta a los años 1950, en paralelo a Ibáñez (léase el enlace del Miajilla, léaselo) tiene el ingenio y la habilidad de mostrar una historieta de aventuras selváticas aparentemente clásicas con elementos verdaderamente contemporáneos para la época y con una mezcla de aventura y comicidad en apenas 6 páginas: magia o tecnología que hace crecer o encoger objetos y seres vivos, policías negros con autoridad y no supeditados a un poder colonial o al típico blanco... que eso sí lo vemos en documentales sobre Namibia y demás, y no bromeo ni pongo un país al azar: se ve que en esos documentales solamente conocen el territorio los alemanes y los británicos o algún estadounidense, mientras que los naturales del país van a remolque: es una visión curiosa la que dan reportajes documentales del siglo XXI.


1 comentari:

Anònim ha dit...

Ostras! Algo leí yo de este personaje...ya ni lo recordaba.
HE leído el artículo sobre Martínez Osete del blog de la competencia y he comprendido que fue un artesano capital en la historia del tebeo español. PEro yo sólo lo conocía de las historietas de Mortadelo y Filemón...¡y qué manía les tenía! Aunque siendo pequeñajo no se me pasaba por la cabeza que pudieran ser de otro autor que no fuera Ibáñez; yo veía la diferencia, claro, tanto en el dibujo como en el guión, que eran mucho más deficientes...lo del guión estaba claro porque lo ponía en el margen superior pero el dibujo diferente, no sé, pensaba entonces que Ibáñez no se esforzaba o los dibujaba en serie con alguna plantilla o qué sé yo...el caso es que los odiaba.
Hay por ahí otro dibujante de Mortadelos que no sé quién es; sólo recuerdo ahora una aventura suya El abeto, en la que un guardia forestal persigue a los agentes porque quieren talar un pino para Navidad o algo parecido...veía claramente que su dibujo no era como los de Ibáñez ni los de Osete....¿a quién pertenecía?
carlos