20100407

Víctor Mora respondió

Data Estel·lar y tal Dimecres 20100407

En la sección de cartas de los lectores de El Periódico de Catalunya del miércoles 20100407, el público puede leer por fin la carta de Víctor Mora sobre los artículos tanto de El Periódico de Catalunya como de Público contra el Capitán Trueno y el Guerrero del Antifaz, acusándolos de lo que parece, sin hacer el más mínimo análisis, osea, manteniendo los pre-juicios, que dirían en la primera clase de la asignatura de Sociología.

Los truenófilos ya conocían ese texto desde el 20100330 (el enlace de antes lleva al blog de Víctor Mora), y Armonía Rodríguez (la mujer de Víctor Mora) ya había expresado su opinión en el foro del Capitán Trueno, pero a sus mismas conclusiones habían llegado tras leer el consabido reportaje de propaganda de una exposición, peli o lo que sea, en el cual se repiten las consabidas ideas de siempre. En este caso, que el Capitán Trueno era un exponente de una visión antimusulmana que habría sido creada durante el Franquismo.

Destaco lo siguiente de la carta de Víctor Mora:

Mis mejores deseos para Casa Arabe que, por otra parte, ha tenido la gentileza de enviar a Ediciones B (con quien, como escritor, estoy en permanente contacto) un texto correctísimo, que nada tiene que ver con la falta de información, 


La Casa Árabe realiza una exposición sobre los tebeos y Oriente, los primeros tristemente denominados "cómics" y lo segundo, basándome en el nombre de la entidad,  sospecho que circunscrito sólo al mundo árabe (por lo tanto, ¿sin el mundo persa, ni turco ni kurdo? lo digo porque el segundo y el tercero aparecen en Hacia el Kurdistán con El Guerrero del Antifaz, en uno de los cuadernillos). La exposición se titula:  "De Saladino a Sherezade: Oriente en el cómic"


El texto de la Casa Árabe, no el que enviaron a Mora, sino el que puede leer el lector habitual, y que también salió en la prensa, es el siguiente:

A través de diferentes paneles explicativos con textos e imágenes extraídos de diferentes cómics, se da a conocer a personajes secundarios que han pasado desapercibidos en publicaciones tan conocidas como El Capitán Trueno o El Guerrero del Antifaz. Figuras con frecuencia estereotipadas como el tirano, el sabio o el guerrero árabe que nos han descubierto parajes y ciudades exóticas, fruto de una fascinación orientalizante del mundo árabe que quedó también cristalizada a través de los cómics.


Es un texto, limitado, pero no polémico.
La prensa, sin embargo, dijo que el Capitán Trueno (y el Guerrero del Antifaz también, pero esta cuestión es más compleja y merece un trato muy preciso, así que lo eludo) es un personaje básicamente antiárabe, antimusulmán, que si sólo luchaba contra los moros, etc. Es de alguien que no llegó ni a leerse el primer cuadernillo, y que pasó al primer tomo de la Colección Fans (Ediciones B-Grupo Zeta), donde aparece una aventura del Capitán Trueno en la Reconquista, escenario tan atípico que sólo lo he visto ahí en una historieta, aunque tampoco las he leído todas.

Y parte de, como mínimo, un error: que esa visión surge o se desarrolla ampliamente durante el Franquismo.

Se olvida un hecho importante para la autarquía, para la autarquía obligada, no para la buscada, de la España franquista. La falta de relaciones diplomáticas de peso con los países que habían ganado la Segunda Guerra Mundial, es decir, aquellos que toleraron una dictadura fascista en Europa hasta 1975, hizo que se fraguara la tradicional amistad hispano-árabe, en realidad, más un vocablo retórico para el No~Do que una práctica con resultados tangibles. Relaciones con el Rey de Jordania, medallas a Saddam Hussein de Irak y ¿tal vez algo de petróleo barato y algunos negocios corruptos con el Norte de África?

También se olvida el montón de gente mercenarios traídos de Marruecos, conocidos como la Guardia Mora.

De todas maneras, haré abstracción: puede ser que exista una realidad tangible por un lado y por otro una mala imagen.

Pero esa mala imagen tampoco era nueva. Si alguna vez alguien que hiciera una exposición, un reportaje o cualquier otra cosa que tuviera que ver los tebeos hiciera el inmenso esfuerzo de documentarse, osea, poner en el Google: "comic"... sabemos que es cansado pero peor sería tener que leerlos, podría ser que se topara con la sorpresa del tomo de Pulgarcito, de Ediciones B-Grupo Zeta, sacado en conmemoración del 80 Aniversario. Ahí aparecen las primeras decenas de números de la revista entre 1921 y 1922. Y ahí, meses antes de la Dictadura de Primo de Rivera, y con el pasmo del Desastre de Annual de 1921 porque los bárbaros comandados por Abd-El-Krim se resistían ahora y siempre al invasor, al que mataban. De hecho, mataban a los hijos de los asalariados, los cuales, a diferencia de los riquillos no habían podido untar a los funcionarios para no tener que ir a la guerra... y la guerra se estaba haciendo para los que no iban, para proteger los negocios mineros españoles en el Rif. Las ilustraciones de los magrebíes dan miedo, y todo el texto va destinado a crear odio... y a incitar a que la gente se aliste, o al menos a que no rehúyan ser alistados.



Ya en 1909, en Barcelona hubo una fuerte protesta por este tema, y una más fuerte represión: la Setmana Tràgica. En 1921 seguían las cosas igual pero peor, con 22000 muertos oficiales.


Armas químicas, explotación de la vida completa de los proletarios, traiciones contra pueblos enteros, nefasta organización frente a la superior de los rifeños... el Gobierno y el Ejército español se cubrieron de gloria, como tantas otras veces en una carrera jalonada de éxitos.

¿Cómo acallar las protestas? Es fácil, porque lo conocemos de primera mano: con el barniz nacionalista. Se pone un lacito en los telediarios, o se pone una bandera, o se dice que aquí somos así, y ya está. Y así se hizo: en la revista Pulgarcito, destinada al público infantil, se decidió ir colocando una serie de semblanzas sobre los héroes del Rif (españoles) y los asesinos del Rif (curiosamente, sus habitantes, los rifeños, de la familia amazigh, o bereber, como nombre despectivo comunmente aceptado).

¿Conocéis a Vicente Blasco Ibáñez? Pues escribió esto:

Resulta preferible la muerte a sufrir los ultrajes y vilipendios que infligen a los prisioneros europeos estos bárbaros que han heredado las corrupciones antinaturales de lejanos siglos.

Estamos en los años 20, y no estamos ante un tebeo, medio de expresión que en España apenas ha comenzado a utilizar los bocadillos (donde sale la voz de los personajes). Un autor de los que tienen calles se dedica a hablar, como si nada, de lo bárbaros que son en África y lo amartilla con lo de "las corrupciones antinaturales".Con eso queda demostrado que la visión antiárabe, antimusulmana o antioriental ya se daba décadas antes del Capitán Trueno, diez años antes del nacimiento de su autor, incluso.

Estoy convencido de que se puede acusar al Capitán Trueno de varias cosas, pero no de haber intentado tratar como iguales a todos los seres humanos.

 Me pregunto una y otra vez por qué los periodistas que escriben sobre tebeos jamás se documentan lo más mínimo. Y por qué los redactores-jefes tampoco lo exigen.